
Quise palidecer, la angustia se escondía en jabones con incrustamiento de objetos, objetos como un ladrillo, como una llave con gotera, tomaba ese jabón y lo frotaba en contra mía, rompí tu muñeca favorita, esa con la que tenias una y mil historias, la mire con esa mirada que tienen los niños que están envenenados por dentro, le saque la cabeza, los ojos, le mordí los brazos, y luego te invente una historia, que había sido otra, que había sido esa persona que tanto nos desagradaba… simplemente para que cortaras el lazo con ella, esa cadena que se construyo irrompible decías, pero lo logre, tome todas las pertenencias de mi casa, las tire fuerte y sin remordimiento fuera de mi casa, rompí todo, tu espejo me miraba de diferentes ángulos, y yo me veía partida en 30 pedazos, las medidas no importaban, un centímetro, media pulgada, una yarda.. que importa, la vi a usted, y por mas que sabia que debía ayudarla a cruzar la calle por que sus ojos no le permitían mirar no lo hice, unas llantas dijeron sus ultimas palabras, no importa.. acá nada importa, tampoco importa ese gato que esta arriba de ese árbol queriendo bajar, al cual le tire piedrazas, callo encima mío me rajo la cara en venganza, lo azote contra el piso...el piso fue su cementerio…