
¿Que tan difícil es valorar la vida?,
¿que tenemos?,
Es simple después de una llamada y ya no estas,
Después de una llamada yaces tendido en una cama,
Y a tu lado los recuerdos de lo vivido,
De lo pensado,
De lo amado,
Y de lo demás que no tiene palabras…
El querer volver a tu casa fue tu silenciador, en el momento de mayor plenitud, en el momento en que más amado estabas,
Individuos mimetizados con la oscuridad sobre ruedas fueron quien se dieron el lujo de decidir por ti, la palabra dictatorial de tu destino…
Un destino que a los ojos de nadie pasa desapercibido,
Las grietas del trabajo fueron quienes te cerraron los ojos,
El cuerpo es tan frágil, una sustancia acuosa sale sin permiso de las personas que te rodean,
Y repito sin su permiso,
Esa sustancia viene con una cantidad de sentimientos encontrados y otro que ya están… pero recaemos en el por que de todo,
La forma,
La situación,
Las horas minutos
Y segundos…
Vivimos sin recordar lo que hacemos, vivimos pensando en que nos quedan muchos días por delante, segundos por hiper ventilaros,
Para sentir los colores,
Oler los pensamientos,
Palpar las miradas,
Y oír las caricias...
Pero son blasfemias, nosotros individuos racionales, no somos capaces de hacer lo que decimos, y menos de sentir, lo que pensamos, asimilamos que somos camellos, llenándonos la boca de cosas, con y sin sentido... Pero dejamos de lado realmente lo que mas importa, el amar, y el vivir el segundo como si fuera el ultimo, por mas cliché que suene
Ahora yaces bajo tierra, a pesar de que se aprovecho el segundo, existían proyectos, y esos se esfumaron como las palabras que alguna vez dijiste,
Yaces bajo tierra en tu momento de gloria, yaces bajo tierra con un amor a cuestas…